Ley federal diseñada para proteger a los consumidores de diferentes maneras. Una de sus disposiciones clave permite a un consumidor cancelar un préstamo para mejoras a la propiedad, una segunda hipoteca u otro tipo de préstamo si se impuso un gravamen sobre la propiedad como garantía (salvo en el caso de una primera hipoteca o primera escritura fiduciaria) hasta la medianoche del tercer día hábil posterior a la firma del contrato.